Por Ana Victoria
¿Cómo consumiremos moda después de esta pandemia?
Es una pregunta que nos hemos hecho y por más que quisiéramos que las respuestas fueran positivas, los expertos estiman todo lo contrario. El aumento en el consumo de moda en Chile en los últimos años ha sido inmenso, dejándonos como los mayores consumidores de Sudamérica; tan solo entre el 2003 y el 2018 el porcentaje de aumento de la exportación de ropa creció en un 650%, y estiman que post pandemia sea de un 60% a nivel mundial.
Es preocupante el ritmo con el que estas cifras van aumentando junto con el consumo de moda; pero es pertinente preguntarse, ¿quién hizo mi ropa? ¿bajo qué condiciones? ¿les pagan bien?.
La mayoría de la ropa que se vende en retail viene de la otra esquina del mundo: Asia, y las condiciones bajo las que estas se fabrican no son las óptimas; los turnos son de 14 a 16 horas 6 días a la semana en espacios precarios y el sueldo deja mucho que desear.
Los salarios en Bangladesh son de los más bajos del mundo, el salario mínimo es de 5,300taka/mes (68 USD). Se estima que 1 de cada 6 personas en el mundo trabaja en un trabajo relacionado con la moda, y el 80% de la fuerza laboral en toda la cadena de suministro son mujeres y que más de 1 millón de niños trabajan en los campos de algodón de Uzbekistán, forzados por el gobierno. Hay evidencias de esclavitud moderna y trabajo infantil en las fases de producción de materia prima y telas.
La pandemia ha provocado la caída en picada de las ventas de marcas de ropa y minoristas. Muchos han tenido que cerrar sus tiendas para controlar la propagación del virus y lo peor decenas de marcas de ropa y minoristas han cancelado pedidos sin asumir responsabilidad financiera, incluso cuando los trabajadores ya habían terminado de fabricar sus productos; tampoco han especificado cuándo se realizarán los pagos, ni siquiera en los casos en que los pedidos estaban en proceso de ser entregados. Esto trae como consecuencia desempleo y peores condiciones de vida para los trabajadores.
En el mundo se producen aproximadamente 80 millones de toneladas de y se consumen alrededor de 70 millones de toneladas, causando contaminación en todos los procesos de producción e incluso en el ciclo de vida de dichas prendas.
Podríamos decir que vivimos en un mundo con sobre población de ropa y que con el paso del tiempo esta se reproduce cada vez más rápido. Lo triste y frustrante es que se violan derechos humanos en el proceso de fabricación y aun así sabiendo eso seguimos comprando ropa que no necesitamos.
Seguir fomentando este sistema de negocio nunca ha sido sustentable, pero la falta de opciones sustentables en el mercado ha llevado a que mucha gente opte por seguir comprando en retail. No hay una solución ni una fórmula certera para esta situación, pero reducir nuestro consumo de moda es lo más sano; ¿y tu? ¿Qué harías para llevar esta industria a un espacio más sustentable?